Raymond Smullyan.
Cátedra. 1991.
Páginas 250 y 251.
Un filósofo se asombró cuando Russell le dijo que una proposición falsa implica cualquier proposición. Le dijo: "¿Quieres decir que del enunciado de que dos más es igual a cinco se sigue que tú eres el Papa?" Russell respondió: "Sí." El filósofo pregunto: "¿Puedes demostrar esto?" Russell respondió: "Ciertamente", e inventó en el acto la demostración siguiente:
(1) Supón que 2+2=5.
(2) Sustrayendo dos de ambos lados de la ecuación obtendremos 2=3.
(3) Transponiendo, obtendremos 3=2.
(4) Sustrayendo uno de ambos lados, obtendremos 2=1.
Ahora bien, el Papa y yo somos dos. Puesto que dos es igual a uno, entonces el Papa y yo somos uno. Por consiguiente yo soy el Papa.
Sin comentarios.