Historia sucinta de la ciencia.
José Babini
Espasa-Calpe, S.A. 1951
Página 158.
A finales de siglo [XIX], hace su aparición una de las teorías matemáticas más audaces: la teoría de los conjuntos, obra de G. CANTOR con la que se legisla el infinito. Las paradojas nacidas del seno de esta teoría fueron uno de los puntos de partida de la cuestión acerca de los fundamentos de la matemática que agitó a esta ciencia duramente el primer tercio del siglo XX, poniéndose de relieve tres tendencias diferentes: intuicionista, formalista y logicista. El representante máximo del intuicionismo es BROUWER, aunque esa tendencia cuenta con precursores como KRONEKER y POINCARÉ, éste último con éxito de los temas más variados pertecientes a todos los sectores de la matemática, así como de mecánica celeste, de física matemática y de epistemología.
La tendencia formalista fué encabezada por el más grande los matemáticos de principios de este siglo: HILBERT, que ha impreso su sello en todas las cuestiones vitales de la matemática. A HILBERT se debe una fructuosa reinstauración del antiguo método euclidiano, hoy denominada axiomática que ya está invadiendo ciertos campos de la física.
La tendencia logicista hunde sus raíces en la lógica matemática que encontró su pleno desarrollo con la obra de FREGE y de PEANO y sus sistematización en el tratado Principia Mathematica (1910-1913) de RUSSELL y WHITEHEAD.
Uno de los nueve matemáticos mencionados nació tal día como hoy del año 1823: Leopold Kronecker.
Otro libro de José Babini está aquí.