Conferencias año 2000 con motivo del año mundial de las matemáticas.
Manuel Torralbo Rodríguez (Ed.)
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba. 2002
Páginas 15, 16 y 17.
Caroline Herschel
Caroline Lancretia Herschel nació en Alemania en 1750 aunque vivió una gran parte de su vida en Inglaterra. Ha sido citada en círculos científicos más por su trabajo en astronomía que por el de matemática aunque tenía conocimientos en ambos dominios.
Su padre, Isaac Herschel, era un músico reputado de Hannover e interesado en la astronomía animaba a Carolina a adquirir una educación; pero su madre nunca le permitió perfeccionar su educación pues opinaba que Carolina debía ser una buena ama de casa y cuidar a sus hermanos y hermanas. Vivió en una familia numerosa y tuvo una educación tradicional, lo que probablemente contribuyó a que, al darse cuenta de sus limitaciones y debido también a su baja formación académica, tuviera poco aprecio por sus dotes personales. Nunca pudo vencer su poca inclinación por las tareas domésticas. Sin embargo cuidó a sus hermanos hasta extremos exagerados.
Carolina nos ha dejado muchos datos sobre su vida a pesar de que nunca tuvo intención de publicar ningún escrito personal ya que era extraordinariamente reservada. Destruyó gran parte de sus escritos y seguramente hubiera destruido toda su correspondencia y diarios si hubiese sospechado que iban a ser publicados a título póstumo.
En 1772 (72-50=22) se ofreció para acompañar a Inglaterra a su hermano William (1738-1822). Sus hermanos William y Alexander eran músicos en Inglaterra, y ella fue allí a estudiar canto y tuvo éxito como soprano. Pero cuando William comenzó a interesarse en astronomía ella dejó de cantar (y de poderse ganar la vida de manera independiente) para formarse en astronomía, siendo una gran ayuda para él en sus trabajos. Escribió: "Sólo hice paro mi hermano lo que hubiera hecho un cachorro bien adiestrado: es decir, hice lo que me mandaba. Yo era un simple instrumento que él tuvo que tomarse el trabajo de afilar". Esta colaboración permitió, por otra parte, que Carolina completara su educación. Estudió geometría, aprendió logaritmos, y a conocer la relación entre el tiempo sideral y solar. Era capaz de calcular fluxiones. Aprendió Matemáticas ella sola.
Carolina llevaba una vida de muchos esfuerzos. Por la noche observaba el cielo con los telescopios; de día hacía cálculos y escribía trabajos científicos. Se ha comentado que desde 1775 a 1783 incluso daba de comer en la boca a su hermano y le leía novelas, mientras él pulía los espejos de sus telescopios. Construyó con él telescopios más potentes y más grandes que permitieron estudiar astros más lejanos que la luna y los planetas, comenzando el estudio de los sistemas siderales. Su hermano descubrió el planeta Urano en 1781 y fue nombrado Astrónomo Real de Inglaterra.
En 1782 (82-50=32) William le dio a Carolina un pequeño telescopio adecuado para seguir cometas en el cielo, el barredor de cometas, y así comenzó ella con sus propias observaciones. En 1783 Carolina descubrió las nebulosas Andrómeda y Cetus. De 1784 a 1787 construyeron un telescopio aún mayor, con espejos que pesaban una tonelada y median aproximadamente un metro de diámetro. Carolina debía moler estiércol de caballo en un mortero y pasarlo por un colador para hacer los moldes. En verano de 1783 medía estrellas dobles y determinaba sus posiciones. Al final de ese año descubrió varios grupos de estrellas y catorce nuevas nebulosas, pero no había descubierto ningún cometa. En 1 de agosto de 1786 (86-50=36) descubrió su primer cometa. Dijo en su diario: "Hoy calculé 150 nebulosas. El objeto de anoche es un cometa". Y al estar ausente su hermano mandó un informe al doctor Charles Blagden, secretario de la Real Sociedad, dando cuenta de su descubrimiento: "Encontré un objeto de color y brillantez muy semejantes a la nebulosa 27 con la diferencia, sin embargo, de que es redondo. Sospeché que era un cometa...". En cartas e informes cuenta datos, ilustraciones y descripciones precisas de la forma y posición del cometa.
Una de sus grandes aportaciones fue un catálogo que contenía cálculos sobre dos mil quinientas nebulosas y estrellas. En 1787 el propio rey asignó un salario anual de 50 libras a Carolina como asistente del astrónomo de la corte. "El primer dinero que en toda mi vida me sentí en libertad de gastar o mi antojo".
Su hermano se casó. Los años entre 1788 y 1798 fueron poco felices para ella. Vivió en una casa distinta y sólo podía ocuparse del observatorio en verano, cuando su hermano y esposa estaban de vacaciones. Sin embargo fueron años muy productivos al estar liberada de tareas domésticas. Observó y dibujó los planetas de Saturno y Urano. Tuvo como amiga a la princesa Sofía Matilda. Antes del 1797 había descubierto 7 cometas más. Era apreciada en toda Europa como astrónoma. Sus informes, con sus descubrimientos, eran publicados.
En 1808 otro hermano, Dietrich, enfermo, fue a recibir durante cuatro años los cuidados de Carolina. Como dejó ella escrito en sus notas, le robaba tiempo al sueño y a las comidas para poder atenderle.
A la muerte de William en 1822 Carolina continuó sola su trabajo. Aumentó su catálogo añadiendo sus descubrimientos y anotaciones en un segundo volumen. La última década de su vida la pasó en Hannover, en Alemania, donde a nadie le importaba la astronomía. En 1828 puso a punto el catálogo de nebulosas y estrellas descubiertas por su hermano, con las posiciones de más de 2.500 nebulosas.
Por su inmenso trabajo la Sociedad Real de Astronomía le concedió en 1828, cuando tenía 78 años, una medalla de oro. Fue su sobrino John Herschel, hijo de William, quien aceptó la medalla en nombre de ella. Y la nombraron miembro honorario en 1835, cuando tenía 85 años, junto a Mary Fairfax Somerville (1780-1872) siendo las primeras mujeres en recibir ese honor. En 1838 la nombraron miembro de la Real Academia Irlandesa y en 1846, con 96 años, el rey de Prusia le concedió también la medalla de oro de las ciencias. Esta lluvia de premios ahora la enojaba. Le fallaba la vista y a pesar de ello mantuvo hasta el final de su vida interés en las revistas científicas y en conversar de astronomía con otros científicos. Escribió: "pues sé demasiado bien lo peligroso que es para las mujeres el atraer en exceso la atención sobre ellas". Murió con 98 años.
Jamás nadie ha subestimado tanto sus propias capacidades como Carolina. Vivió atrapada en la contradicción de su éxito y reconocimiento publico y su baja autoestima y automenosprecio. Pensamos que esta valiosa mujer tenia esa abnegación y admiración hacia sus hermanos y estos sentimientos negativos hacia sí misma debido a reconocer las carencias de la educación recibida.
Dejemos que el grupo dramático "Terre Ouwehand" que escribió Voices from the Well, obra presentada al estilo de los coros griegos en la que aparecen mujeres famosas nos dramaticen con un monólogo la frustración de Carolina:
Caroline Lucretia Herschel nació el 16 de marzo de 1750. Una vida y una historia increíble.
Manuel Torralbo Rodríguez (Ed.)
Servicio de Publicaciones de la Universidad de Córdoba. 2002
Páginas 15, 16 y 17.
Su padre, Isaac Herschel, era un músico reputado de Hannover e interesado en la astronomía animaba a Carolina a adquirir una educación; pero su madre nunca le permitió perfeccionar su educación pues opinaba que Carolina debía ser una buena ama de casa y cuidar a sus hermanos y hermanas. Vivió en una familia numerosa y tuvo una educación tradicional, lo que probablemente contribuyó a que, al darse cuenta de sus limitaciones y debido también a su baja formación académica, tuviera poco aprecio por sus dotes personales. Nunca pudo vencer su poca inclinación por las tareas domésticas. Sin embargo cuidó a sus hermanos hasta extremos exagerados.
Carolina nos ha dejado muchos datos sobre su vida a pesar de que nunca tuvo intención de publicar ningún escrito personal ya que era extraordinariamente reservada. Destruyó gran parte de sus escritos y seguramente hubiera destruido toda su correspondencia y diarios si hubiese sospechado que iban a ser publicados a título póstumo.
En 1772 (72-50=22) se ofreció para acompañar a Inglaterra a su hermano William (1738-1822). Sus hermanos William y Alexander eran músicos en Inglaterra, y ella fue allí a estudiar canto y tuvo éxito como soprano. Pero cuando William comenzó a interesarse en astronomía ella dejó de cantar (y de poderse ganar la vida de manera independiente) para formarse en astronomía, siendo una gran ayuda para él en sus trabajos. Escribió: "Sólo hice paro mi hermano lo que hubiera hecho un cachorro bien adiestrado: es decir, hice lo que me mandaba. Yo era un simple instrumento que él tuvo que tomarse el trabajo de afilar". Esta colaboración permitió, por otra parte, que Carolina completara su educación. Estudió geometría, aprendió logaritmos, y a conocer la relación entre el tiempo sideral y solar. Era capaz de calcular fluxiones. Aprendió Matemáticas ella sola.
Carolina llevaba una vida de muchos esfuerzos. Por la noche observaba el cielo con los telescopios; de día hacía cálculos y escribía trabajos científicos. Se ha comentado que desde 1775 a 1783 incluso daba de comer en la boca a su hermano y le leía novelas, mientras él pulía los espejos de sus telescopios. Construyó con él telescopios más potentes y más grandes que permitieron estudiar astros más lejanos que la luna y los planetas, comenzando el estudio de los sistemas siderales. Su hermano descubrió el planeta Urano en 1781 y fue nombrado Astrónomo Real de Inglaterra.
En 1782 (82-50=32) William le dio a Carolina un pequeño telescopio adecuado para seguir cometas en el cielo, el barredor de cometas, y así comenzó ella con sus propias observaciones. En 1783 Carolina descubrió las nebulosas Andrómeda y Cetus. De 1784 a 1787 construyeron un telescopio aún mayor, con espejos que pesaban una tonelada y median aproximadamente un metro de diámetro. Carolina debía moler estiércol de caballo en un mortero y pasarlo por un colador para hacer los moldes. En verano de 1783 medía estrellas dobles y determinaba sus posiciones. Al final de ese año descubrió varios grupos de estrellas y catorce nuevas nebulosas, pero no había descubierto ningún cometa. En 1 de agosto de 1786 (86-50=36) descubrió su primer cometa. Dijo en su diario: "Hoy calculé 150 nebulosas. El objeto de anoche es un cometa". Y al estar ausente su hermano mandó un informe al doctor Charles Blagden, secretario de la Real Sociedad, dando cuenta de su descubrimiento: "Encontré un objeto de color y brillantez muy semejantes a la nebulosa 27 con la diferencia, sin embargo, de que es redondo. Sospeché que era un cometa...". En cartas e informes cuenta datos, ilustraciones y descripciones precisas de la forma y posición del cometa.
Una de sus grandes aportaciones fue un catálogo que contenía cálculos sobre dos mil quinientas nebulosas y estrellas. En 1787 el propio rey asignó un salario anual de 50 libras a Carolina como asistente del astrónomo de la corte. "El primer dinero que en toda mi vida me sentí en libertad de gastar o mi antojo".
Su hermano se casó. Los años entre 1788 y 1798 fueron poco felices para ella. Vivió en una casa distinta y sólo podía ocuparse del observatorio en verano, cuando su hermano y esposa estaban de vacaciones. Sin embargo fueron años muy productivos al estar liberada de tareas domésticas. Observó y dibujó los planetas de Saturno y Urano. Tuvo como amiga a la princesa Sofía Matilda. Antes del 1797 había descubierto 7 cometas más. Era apreciada en toda Europa como astrónoma. Sus informes, con sus descubrimientos, eran publicados.
En 1808 otro hermano, Dietrich, enfermo, fue a recibir durante cuatro años los cuidados de Carolina. Como dejó ella escrito en sus notas, le robaba tiempo al sueño y a las comidas para poder atenderle.
A la muerte de William en 1822 Carolina continuó sola su trabajo. Aumentó su catálogo añadiendo sus descubrimientos y anotaciones en un segundo volumen. La última década de su vida la pasó en Hannover, en Alemania, donde a nadie le importaba la astronomía. En 1828 puso a punto el catálogo de nebulosas y estrellas descubiertas por su hermano, con las posiciones de más de 2.500 nebulosas.
Por su inmenso trabajo la Sociedad Real de Astronomía le concedió en 1828, cuando tenía 78 años, una medalla de oro. Fue su sobrino John Herschel, hijo de William, quien aceptó la medalla en nombre de ella. Y la nombraron miembro honorario en 1835, cuando tenía 85 años, junto a Mary Fairfax Somerville (1780-1872) siendo las primeras mujeres en recibir ese honor. En 1838 la nombraron miembro de la Real Academia Irlandesa y en 1846, con 96 años, el rey de Prusia le concedió también la medalla de oro de las ciencias. Esta lluvia de premios ahora la enojaba. Le fallaba la vista y a pesar de ello mantuvo hasta el final de su vida interés en las revistas científicas y en conversar de astronomía con otros científicos. Escribió: "pues sé demasiado bien lo peligroso que es para las mujeres el atraer en exceso la atención sobre ellas". Murió con 98 años.
Jamás nadie ha subestimado tanto sus propias capacidades como Carolina. Vivió atrapada en la contradicción de su éxito y reconocimiento publico y su baja autoestima y automenosprecio. Pensamos que esta valiosa mujer tenia esa abnegación y admiración hacia sus hermanos y estos sentimientos negativos hacia sí misma debido a reconocer las carencias de la educación recibida.
Dejemos que el grupo dramático "Terre Ouwehand" que escribió Voices from the Well, obra presentada al estilo de los coros griegos en la que aparecen mujeres famosas nos dramaticen con un monólogo la frustración de Carolina:
Sí ... sí, William, tengo todo listo. Sí, los dos telescopios están en dirección que determinamos después de cenar, como siempre. Sí, querido hermano, a setenta grados está ya Sirio. Sólo que yo puedo, en el tiempo de un segundo sideral, dejar mis propias observaciones y volver a tu lado para escribir las tuyas ... como siempre, después de haber limpiado y bruñido, y haber limpiado de nuevo y pulido, como he hecho con todas tus lentes, y con todos tus vidrios, y con todos tus espejos, todos tus reflectores, tus refractores, y detectores... Esto es, naturalmente, después de haber copiado a mano tus observaciones de la tarde, verificado entonces minuciosamente todos los cálculos matemáticos, todo escrito limpiamente y con precisión en tu voluminoso diario que seguramente será publicado, que seguramente será considerado como un texto importante de la astronomía moderna.
Caroline Lucretia Herschel nació el 16 de marzo de 1750. Una vida y una historia increíble.