Juegos de ingenio

Juegos de ingenio.


P. Vives


Ediciones Martínez Roca, S.A. 1996


Página 27.
La ciudad roja y rosa
Dos profesores, uno de inglés y otro de matemáticas estaban tomando una copa en el bar de la facultad.
- Es sorprendente que algunos poetas sean capaces de escribir un verso inmortal, y absolutamente nada más que merezca la pena –decía el profesor de inglés–. Tomemos el caso de John William Burgon. Sus poesías son tan mediocres que hoy nadie les presta la menor atención, y, sin embargo, Burgon escribió uno de los mejores versos de la lengua inglesa: “Una ciudad roja y rosa que el tiempo dobla en edad”.
El matemático, hombre zumbón y aficionado a importunar a sus amigos, con acertijos improvisados, estuvo pensando unos momentos, alzó su copa y exclamó:
Una ciudad roja y rosa
que el tiempo dobla en edad.
Mil millones de años hace
que tenía la ciudad
dos quintos exactamente
de los que el tiempo tendrá
cuando hayan transcurrido
mil millones de años más.
¿No sabría usted decirme
cuál es su edad actual?


Página 42 y 43.
El tren adelantado
Todos los días a las seis de la tarde, la señora iba a buscar a su marido en coche a la estación de tren, y juntos regresaban a su casa. Un día, sin embargo, el tren llegó a las cinco, y el hombre no tuvo modo de avisar de esa diferencia a su mujer. Como el día era soleado y agradable, pensó que podría hacer parte del camino andando en lugar de permanecer una hora en la estación, y así lo hizo. La mujer -que conducía siempre a la misma velocidad, saliendo de su casa con el tiempo justo para llegar a las seis a la estación- se cruzó con su marido por el camino. Sorprendida y contenta lo recogió y llegaron a su casa con diez minutos de antelación respecto a lo habitual. ¿Cuánto tiempo estuvo andando el marido?

Página 44.
La efusividad de los encuentros 
Los Gómez y los López son familias numerosas, amigas entre sí y de pareja y entusiasta emotividad. Una tarde se encuentran, paseando por la ciudad, y en seguida se produce entre ellos el habitual intercambio de efusividades. Los hombres de las respectivas familias se abrazan; las mujeres, y los hombres con las mujeres, se besan. Al final de la múltiple salutación se han intercambiado 35 abrazos y 42 besos. ¿Cuántos hombres y cuántas mujeres hay en cada familia?







Tres preguntas fáciles. ¿Necesitas alguna pista para alguna?